martes, 11 de junio de 2019

Fomento a la lectura. III


Libros Clubes del Gobierno del DF
Este programa empieza a desarrollarse en 1998, con la primera jefatura de gobierno electa en la historia de la ciudad de México, y corre a cargo del Instituto de Cultura, años después elevado a la categoría de Secretaría (SCGDF). Su punto de partida es la experiencia previa del titular del organismo, Las Aureolas, que reseñamos en el apartado de experiencias sociales.
A diferencia de las Salas de Lectura, los Libros Clubes, constreñidos a la ciudad que históricamente concentra la actividad cultural nacional y que cuenta con una infraestructura relacionada con la lectura sin comparación en el país, se desarrollan con rapidez y para el año 2000 su número es de “casi 500”, instalados en “prisiones, casas de cultura, mercados, cafeterías, hospitales, dependencias oficiales”_, etcétera.
El entonces Instituto resume así la experiencia:
(EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA, No.111, 2000.
a. DE PAG.5, DE “Un Libro Club está constituido por”, HASTA FIN DE LA ENTRADA DEL DOCUMENTO. SE AGREGAN PUNTOS SUSPENSIVOS.)_
b. MISMA PAG. 5: DE “La ciudad de México está dividida”, A FINAL DEL SIGUIENTE PÁRRAFO: “20 millones de habitantes.”_
c. MISMA PAG.5: DE “Según datos de 1987) a “es el de préstamo de libros sin tramitología.” _
El programa se desarrolla de la siguiente manera:
(DE PAG. 6, “Un Libro Club, se nos dice, está constituido”, A PAG. 7: “entregar al Instituto de Cultura informes tras su visita a los diversos Libro Clubes.”)_
La dotación de textos a estos espacios es: “Una selección de treinta libros, realizada al azar, del fondo bibliográfico en que consiste la donación inicial”, compuesta por grandes obras de la literatura mundial y nacional, y se completa con los Libros del Rincón y títulos de distinto carácter sobre la ciudad de México_.
La institución es consciente de que para consolidarse, el programa debe vencer dos grandes retos: que el trabajo voluntario sea consistente, y que la comunidad asuma cabalmente su responsabilidad, pues “en la mayoría de los Libro Clubes todavía se espera todo del Instituto”_.

Leer para ser mejores
Como advertimos, este programa diseñado para el último bienio del gobierno de Ernesto Zedillo declara el Año de la Lectura y parece retomar por entero la perspectiva introducida por los nuevos profesionales:
“Pensamos, recordamos, proyectamos, soñamos y sentimos con palabras. Nos comunicamos y expresamos con palabras. Nuestra cultura y nuestra sociedad están construidas no solamente con palabras, sino con palabras escritas (…) En un monitor o en un papel, en este fin de siglo y con mayor razón en el futuro, leer es y seguirá siendo una parte indispensable de la vida.
“Leer no solamente con fines utilitarios, sino leer buenos libros, como una forma de crecer, ser, hacer, saber, pensar, viajar, soñar, recibir consejo. Leer como un medio para vivir mejor. Leer para ser mejores…_”
Este reconocimiento institucional de la disciplina que viene evolucionando desde unos cuatro lustros atrás, a primera vista resulta muy completo, considera que los “libros son caminos donde cada quien anda a su paso”, que el “núcleo” de actividad está “en las escuelas, las instituciones culturales y los medios”, para dirigirse “a toda la sociedad, en todo el país”, y propone “acciones específicamente dirigidas a los distintas necesidades, intereses y situaciones de los diversos grupos sociales”_.
La división en dos grandes ámbitos, “los espacios escolares” y los que “quedan fuera de la escuela”, responde también a las inquietudes y concepciones de quienes se dedican a nuestro tema.
El programa parte de que la “población que cuenta ya con la competencia lectora, desde su nivel básico hasta la lectura diestra, habitual y diversificada, forma un conjunto sumamente vasto y heterogéneo en términos socioeconómicos, de rangos de edad, condiciones de vida, ocupaciones y profesiones e intereses_.”
Y advierte que “esta diversidad plantea una multiplicidad correspondiente de necesidades de lectura. (CONTINÚA EN “PROGRAMA NACIONAL AÑO DE LA LECTURA 1999-2000”, DE PAG..45, “Para satisfacerlas, es indispensable”, HASTA PAG. 46, “5.Editoriales.”)_
En cuanto a las bibliotecas propone: (“PROGRAMA NACIONAL AÑO DE LA LECTURA 1999-2000”, DE PAG.48, “1. Ampliar la Red Nacional”, HASTA PAG. 49, “con un valor cultural permanente”)._
En lo que respecta a la población atendida por proyectos como Salas de Lectura, aspira a sentar las bases de un Programa Nacional de Círculo de Lectores, “cuya meta fundamental consistirá en que cada uno de los municipios del país cuente con al menos uno de estos espacios”_. Estas son las acciones que se acuerdan:
(“PROGRAMA NACIONAL AÑO DE LA LECTURA 1999-2000”, PAG. 54, DE “-Creación, en cada estado de la República”, A “-miembros del círculo de lectores.”)_.
Otra área donde se promueven avances es la de “Ferias y festivales del libro”, que deben servir “como los principales instrumentos de promoción”, incorporando al mayor número de ellas que sea posible, espacios y actividades para la “formación de círculos de lectores”_.
El proyecto incluye el apoyo a librerías establecidas, “públicas, universitarias y privadas de carácter profesional”, que han de “convertirse en verdaderos espacios culturales”_. Para la red Educal se compromete a  “llegar en el año 2000 a 60 puntos de venta propios, con al menos uno en cada entidad”_. 
A los medios de comunicación se los define como “herramientas indispensables para que este esfuerzo a favor de la lectura trascienda y genere cambios profundos”_. En lo tocante a televisión y radio, se habla de objetivos no detallados para los canales y estaciones públicas, se hacen vagos señalamientos a la industria y en los demás otros ámbitos (prensa, publicidad, internet) el programa es a la vez esencialmente declarativo.

Ferias y festivales del libro
En la época observamos un desusado interés por este tipo de eventos. En los 1980, sumando a las cuatro de grandes proporciones que mencionamos en el capítulo Uno, se crearon o acababan de crearse otras tres: las de Torreón y Tijuana, y la Nacional del Libro de Antropología e Historia. Una más, la de Aguascalientes, había nacido en 1969 vinculada a la feria tradicional de la ciudad. Ahora la lista crece cada poco:
1990, Feria Nacional del Libro, de León, Guanajuato; Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil, de Xalapa, Veracruz, y Feria del Libro y Arte Universitario, de la ciudad de Campeche.
1991, Feria Internacional del Libro, de Monterrey, Nuevo León, y Feria del Libro INEGI, de la ciudad de Aguascalientes.
1992, Feria del Libro Infantil y Juvenil de ciudad del Carmen, Campeche.
1994, Feria del Libro Infantil y Juvenil de Lagos de Moreno, Jalisco; Feria del Libro del Centro Cultural Justo Sierra, del DF, y Feria del Libro Universitario, de Xalapa.
1998, Feria del Libro de Saltillo, Coahuila; Feria del Libro de Cortazar, Guanajuato, y Feria del Libro UPN, de Teziutlán, Puebla.
1999, Feria Nacional de la Industria Editorial, las Artes Gráficas y el Disco Compacto, en Toluca, estado de México; Feria del Libro de Tuxpam, Veracruz, y Feria del Libro y la Lectura, de la ciudad de Zacatecas.
2000, Feria del Libro de la Ciudad de México.
Como apreciamos, se trata de eventos de distinto nivel y carácter, buen número de ellos animados de una o de otra manera por CONACULTA y los institutos de cultura y normalmente con el concurso de las universidades estatales. La intervención de aquél indica una respuesta a programas nacionales o regionales de fomento.
Las repercusiones son muy diversas también. Las de Guadalajara y el Palacio de Minería, internacionalizadas, sirven de centro de intercambio a editoriales privadas y públicas, a escritores y profesionales del medio; alcanzan de manera directa a cientos de miles de personas, poniendo a su disposición decenas de actividades diarias, y por su impacto mediático sirven de gran vitrina del libro. La de la ciudad de México se convierte también desde el primer momento en un gran espacio de difusión y comercialización, atrayendo en su primer año a cerca de cien mil visitantes.
Las más modestas atienden a unos cuantos miles y ponen en oferta unas docenas de títulos. Algunas replican o intentan replicar, en pequeña escala, a la FILIJ del DF, y todas ellas, con mayor o menor énfasis y tino, generan espacios de recreación de la cultura en general y llevan a cabo talleres de lectura.
Junto a estas jornadas regulares, que requieren de una infraestructura más o menos amplia, en ámbitos reducidos se producen muchas otras, buena cantidad de ellas sin periodicidad fija, nacidas al calor de esfuerzos de la sociedad vinculados o no directamente con la problemática de la lectura. Las que organiza la Red de Maestros Animadores de la Lectura y la Escritura, de la delegación Iztapalapa, en el DF, a la cual nos referiremos más adelante, las ilustra:
“Esta dinámica (…) permitió establecer lazos de comunicación y colaboración que trascendieron las bardas de las escuelas y se generaron las condiciones para llevar a cabo Ferias de lectura infantil en algunas escuelas durante el fin de semana, con el propósito de abrir sus puertas para que maestros de otras escuelas impartieran talleres a niños, padres y maestros que procedían de la escula sede y de otras aledañas. Conforme se fueron convenciendo los maestros, lograron organizarlas durantes los días laborables, estableciendo negociaciones con las autoridades para obtener la autorización, o en su caso, sin la autorización…_”
Una experiencia vinculada a la anterior, nos permite asomarnos en detalle al sentido de estos eventos no insitucionalizados. Se produce en comunidades rurales de Santa Maria Zoquitlan, Oaxaca, como parte de otra iniciativa que incluimos en el capítulo 4:
“Los niños, niñas, hombres y mujeres fueron invitados a participar en la Feria de la Lectura y el Libro. Los niños se imaginaban que a la Feria llegarían los juegos mecánicos, los caballitos, la rueda de la fortuna, los volantines. Juan pensaba que lo primero que haría al llegar a la feria sería tomarse su esquimo de chocolate, claro después de haberse puesto su ropa nueva como lo marcaba la tradición del lugar.
“Los maestros reinventan los trámites administrativos para organizar la Feria desde tres meses antes, hablaron con la autoridad educativa y les dijeron que sí, hablaron con los comités de padres de familia y con las autoridades ejidales de todas las comunidades, y también les dijeron que sí. Cada comunidad discutió las formas en que participarían: unos se propusieron para la limpieza del lugar, otros para el cuidado de los libros, otros para sembrar ramas y palmas que protegerían a los libros y a sus libreros, otras cocinarían para los mil cien niños que llegarían a Santa María, las autoridades municipales anfitrionas regalarían una vaca y varios chivos para la comida de todos los visitantes. En suma, fiesta y tequio, sí la mismísima forma de solidaridad entre los pueblos indígenas, se vuelven sinónimos.
“En las aulas y en las asambleas se hablaba de la Feria y sus preparativos: cómo transportarse desde sus lugares lejanos, si se podría cruzar el río, si llovería para esas fechas, cuánto dinero podrían juntar para comprar libros, si llevar o no los petates en los que se pasarían las noches, en qué talleres participar, si participarían “El totopo” y “Galvarina” los cuentacuentos, si asistirían los títeres. Juan pensaba en el reencuentro con su amiga de la comunidad de Cañada Guichá y poder platicarle cómo iba su segunda novela y sobre todo leerle los poemas escritos para ella.
“Conforme se acercaba la fecha, los niños y niñas platicaban más de los libros, de los cuentacuentos y de los distintos talleres que preparaban para ellos. Los maestros y maestras se reunían por equipos para preparar su taller y la gran cantidad de tareas pendientes: los adornos para el salón de clases y para la escuela, los permisos para sus alumnos, el transporte que los llevaría para el pueblo de Zoquitlán, la organización de las mamás y los papás que los acompañarían, etc. Los maestros y maestras se preguntaban: ¿saldrá bien la feria? ¿comprarán libros? ¿alcanzará la comida para todos los niños? Erangelio, el hiperactivo supervisor, iba y venía de Oaxaca a Santa María Zoquitán, acarreando libros, estantes, tarimas, vasos, platos, materiales, etc., organizaba reuniones con los representantes de las comunidades para organizar las comisiones y definir las funciones que realizarían. Erangelio pensaba que sin el trabajo comunal no sería posible la realización de la feria, ya que era una empresa que requería de la colaboración de todos. Y así fue, todos participaron.
“Y la Banda de Música de los adolescentes de Río Seco anunció el comienzo de la fiesta, las notas de Amadís de Anís (ese mero, el libro del Fondo de Cultura Económica) se esparcieron entre el murmullo de los niños, niñas, hombres y mujeres zapotecas. Los niños corrieron, los pájaros zanates levantaron el vuelo, los maestros dibujaron y adornaron, los hombres se atarearon, las mujeres cocinaron, todo era un ir y venir de personas, todo este alboroto significaba la fiesta de los libros y de la lectura. Afuera, en la explanada, la alegría había comenzado, los acordes de la banda de música  inundaban los cerros, los ríos y el cielo azul de Santa María. Totopo y Galvarina hacían lo suyo, los niños ejercían su derecho a leer y escribir en el taller en el que estarían a gusto, los abuelos, las abuelas, los padres y las madres también platicarían, escribirían y leerían en los talleres. Mientras eso sucedía nadie se dio cuenta que de uno de los libros del Fondo salieron los famosísimos Casi bandidos para intentar robarse la alegría de la feria. Pero los niños que ya los conocían, los asustaron como ellos lo saben hacer, jugando, y jugando a ser topiles, los guardianes del orden en sus comunidades, porque como todos sabemos los casibandidos sólo eran unos simples bandidos indefensos, que al término del juego gritaron: “si quieren saber más de nosotros atrévanse a  meterse entre las páginas de nuestro libro”._

Balance hecho por Leer para Ser Mejores
(LEER PARA SER MEJORES, DE PAG. 55: “En la actualidad, mediante el trabajo…”, A PAG. 56: “mayor afluencia de público.”)_



Las iniciativas sociales
En la época las iniciativas tomadas por la sociedad se hacen cada vez más ricas y diversas. Damos cuenta de una docena de ellas, transcribiendo parte de los documentos originales que las sintetizan. La mayoría fueron presentadas al Primer Congreso de la Red ce Animación a la Lectura del Fondo de Cultura Económica.
Lectura con abuelitos_
Queremos compartir con nuestros lectores nuestra experiencia como pioneras en la implementación de la lectura con los abuelitos dentro de una Institución.
Somos testigos  de que esta es una opción que, además de que fomentó el interés por la lectura vino a ayudar a reintegrar al abuelo dentro del ambiente familiar, contribuyendo a encontrar un espacio especial para la transmisión de valores, experiencias e intercambio de ideas entre los ninos  y sus abuelos.
Objetivos
Reintegrar al abuelo en el lugar que ocupa dentro de la familia.
Involucrar a los abuelos en la educación de los nietos.
Crear momentos agradables de lectura entre abuelos y nietos.
Dar otra opción a los niños para ver  la lectura como una experiencia agradable y atractiva.
Aprender el placer de compartir el abuelo con los compañeros de la escuela.
Crear el hábito de la lectura en los niños.
Aspectos a considerar para iniciar el programa
Cuando se toma la decisión de implementar un programa de lectura con los abuelos, es necesario el apoyo de toda la Institución, desde la  Dirección, hasta el personal de Intendencia, pues se requiere de un esfuerzo extra de organización, comprensión y participación de todo el personal .
De la voluntad de la Dirección se obtiene un espacio para realizar la actividad, materiales para habilitarlo (como sombrillas, tapetes, sillas, biblioteca especial de cuentos para uso de los abuelos), así como apoyo para la realización de los eventos de inicio y clausura.
Del profesorado se requiere la comprensión y flexibilidad  para ceder parte de su tiempo de trabajo para dedicarlo a esta actividad, así como de su ayuda para motivar a los niños continuamente para que inviten a sus abuelos a participar.
Finalmente, quien juega un papel definitivo en esta actividad es la persona encargada de coordinar el taller de lectura, ya que de su verdadero interés, entusiasmo  y conciencia de la importancia y trascendencia de esta actividad en la vida de los niños y de los abuelos, va a depender el éxito de este programa.
Desarrollo
Una vez aceptado el proyecto se envió una circular convocando a  una junta con el fin de  invitar a los abuelos a participar en el Programa de Lectura en Voz Alta .
Durante esta reunión se les explicaron los objetivos del programa motivándolos para que participaran una vez al mes durante el ciclo escolar, proporcionándoles calendarios con días y horas de los diferentes grados y grupos, ya que para algunos abuelos su participación es de más de una vez al mes por tener varios nietos en la Institución.
Se les hicieron indicaciones generales sobre estrategias a seguir durante una lectura en voz alta, como mantener la atención de los niños, tipo de libros que pueden elegir, con ilustraciones grandes para los más pequeños , con historias más largas para los más grandes etc.
Se aprovechó la reunión para dar a conocer algunas reglas prácticas a seguir :
Puntualidad: es necesario llegar 10 min. antes de la hora señalada para tener tiempo para elegir un cuento en caso de no traerlo, así como para registrar su asistencia y desplazarse al lugar donde se realizará la actividad.
Haber leído previamente el cuento que van a leer, lo cual les permitirá mayor flexibilidad al  momento de realizar la actividad, ya que podrán utilizar sinónimos, dar explicaciones, acortar o alargar la historia de acuerdo al interés de los niños, de la misma manera que podrán dar una mejor entonación y emoción a su narración.
Por ningún motivo traer regalos, dulces, premios etc. para los niños, porque se desvirtúan unos de los objetivos  principales que son la motivación a la lectura y la presencia de los abuelos.
Terminado el tiempo destinado a la actividad, los abuelos no pueden entrar a los salones de los niños o permanecer dentro de las áreas donde interactúen con  ellos para interrumpir lo menos posible el ritmo regular de actividades de la Institución.
Taller de lectura.
Se realizó la actividad una vez por semana .
Se eligió una semana del mes para cada nivel . La primera semana se trabajó con los grupos de maternal; la segunda  con los grupos de  Kinder 1; la tercera con los de Kinder 2; y la cuarta semana del mes con los grupos de Preprimaria.
Para cada nivel se eligieron tres horarios durante el día, para trabajar con grupos máximos de 30 niños a la vez.
La duración máxima de la actividad es de 30 minutos. Los 5 primeros min. se utilizan para dar la bienvenida a los abuelos, dividir el grupo dependiendo de el número de abuelos presentes .
Cada abuelo se sienta con su nieto y  dependiendo de la edad,  con 3 o 4 niños más a los que les va a leer el cuento durante 20 min.
Se supervisaron los grupos a distancia para que los abuelos se sintieran con la libertad de expresarse.
Los últimos 5 min. se utilizaron para integrar nuevamente el grupo, los niños platicaron sobre los cuentos que escucharon, y se despidieron de los abuelos.
Una vez que la maestra de grupo se llevó a sus niños, el coordinador del Taller, platica durante 10 min. aproximadamente sobre la experiencia que tuvieron los abuelos, pros o contras del momento, se les sugieren  ideas para un mejor control de grupo, como captar mejor la atención de los niños, resolver inquietudes, compartir sentimientos etc.
Resultados obtenidos
La implementación de este proyecto se considera exitosa por lo siguiente:
Se ha llevado a cabo el Taller durante tres años consecutivos.
Hubo un incremento en la participación de los abuelos en un 100% conforme se concluyó cada ciclo escolar.
Se inició el proyecto en un plantel, y actualmente se realiza en cuatro planteles diferentes del Grupo Alexander Bain .
Se inició con los grupos de Preescolar y actualmente se trabaja con  los primeros grados de  nivel de enseñanza Primaria.
Se observa una participación regular de un grupo de abuelos que asisten mes con mes.
Los abuelos participan ahora en otras actividades escolares en las que antes no participaban, como festivales, eventos de fin de curso, exposiciones, ferias durante el año ( Ecológica, del libro).
Nos han comunicado los abuelos que ha habido un  mayor acercamiento afectivo y de trato con sus familias.
Nos han comunicado los padres de familia que han observado en los abuelos una nueva motivación para vivir.
Hemos sido testigos de nuevas amistades entre abuelos, o reencuentros de viejas amistades, tanto familiares como escolares.
Problemas que se presentaron
Orientar y tranquilizar, tanto a los padres de familia como a los niños, en los casos de  ausencia de  abuelos por deceso.
Mantener claro y ser firmes en no permitir regalos o dulces a los niños.
Hacer  ajuste en la actividad en las ocasiones en que un abuelo llegue tarde.
Ser flexibles para adaptarse a situaciones especiales: presencia de bisabuelos, abuelos con limitaciones físicas, muletas, operaciones, sillas de ruedas etc.
Mediar errores de comunicación entre padres de familia y abuelos donde los últimos resultan afectados.
Aprendizaje derivado
Sin importar la edad que uno tenga, si existe una motivación para realizar una actividad se genera creatividad, entusiasmo y compromiso.
Tratar a personas de la tercera edad requiere desarrollar la sensibilidad para entender su psicología, necesidades e inquietudes, y continuamente retroalimentarlos en forma positiva para reafirmar su autoestima.
 Se aprende a valorar la experiencia de un adulto que tiene la necesidad de compartir toda su experiencia de vida.
Al tener que coordinarse para participar en el Taller de Lectura se restablecieron y reforzaron lazos de comunicación entre las familias.
La presencia del abuelo recobró importancia dentro del círculo familiar.
Los niños que tenían carencia física o emocional de abuelo tuvieron la oportunidad de adoptar uno que vino a satisfacer esa necesidad.
El abuelo ofrece un mensaje diferente al leer los libros, ya que su selección de cuentos se realiza con un criterio basado en su experiencia, con lo cual se enriquece el universo literario del niño.
El observar la creatividad de algunos abuelos asombra, contagia, estimula e impulsa no solo a otros abuelos sino también al personal de la Institución.
Los resultados de la convivencia del taller dejan una gran satisfacción de ver que alrededor  del objetivo de crear un gusto por la lectura se fomentó la unión familiar se fortalecieron los lazos afectivos y  se rompieron falsas creencias, para  finalmente compartir todos una experiencia de crecimiento.

Bunkos, bibliotecas comunitarias (IBBY México)_
A partir del éxito de los Bunkos en otros países y tomando en cuenta algunas de sus características. La historia de los Bunkos en nuestro país comienza en 1993, cuando IBBY México realiza las gestiones necesarias ante la ICBA para la fundación de dos Bunkos piloto, uno en Cuernavaca, Morelos y otro en Xalapa, Veracruz. Este último sirvió como modelo para la creación a partir  de 1996,  de 23 bunkos más…
Los Bunkos se ubican en un centro comunitario como estancias infantiles o escuelas…
Por lo general, las personas que atienden los Bunkos son personas de la comunidad a quienes gustan los niños y los libros.
Una de sus misiones es promover un desarrollo sano en los niños a través de la lectura de buenos libros.
Entre las actividades comunes que se realizan están: la lectura en voz alta, práctica de la escritura.
Como requisito indispensable, los niños participan voluntariamente…
CÓMO FUNCIONAN
Se forman grupos de niños antes de iniciar las sesiones. La asistencia organizada, permanente y periódica permite evaluar el desarrollo de los niños y los cambios de habilidades, tanto de los pequeños como de los animadores.
Los niños se organizan en grupos homogéneos en cuanto a edades e intereses,  lo que permite elegir estrategias de animación y libros adecuados. Los grupos son pequeños (entre 4 y 10 niños),  con lo que se puede tener orden en la sesión y establecer una relación estrecha entre los participantes, niños y animadores, y lograr un ambiente cálido e íntimo que favorece la lectura en libertad.
La actividad principal es la lectura en voz alta y las estrategias de animación a la lectura.  En otros Bunkos parte importante de las actividades es el préstamo a domicilio, así como  jugar juegos tradicionales, contar cuentos, dramatizaciones.
Cada grupo asiste una vez a la semana en sesiones de 45 minutos, en horarios ya establecidos, pero el Bunko está abierto generalmente 10 horas a la semana…
Los Bunkos (…) son atendidos por amas de casa y por muchachos de la comunidad que en ocasiones únicamente tienen concluida la primaria, en otros lados, las personas que los atienden son generalmente amas de casa.
Gran parte de los animadores reciben un apoyo económico, en otras partes del mundo la mayoría de  los animadores son voluntarios…
Su principal objetivo no es la búsqueda de información sino disfrutar de la lectura y crear el deseo de leer en el niño a través de la lectura en voz alta y animación a la lectura. Se busca  favorecer su relación activa con los libros y su acercamiento placentero y significativo a la lectura…
Actualmente funcionan veintitrés Bunkos: cuatro Bunkos situados en zonas de escasos recursos de la Ciudad de México, seis en la zona de la mixteca baja del estado de oaxaca, dos en la zona del Itsmo de Tehuantepec y dos en la zona mixe zapoteca también  (10) en Oaxaca; cinco en el estado de México, dos en el estado de Chiapas , uno en Xalapa, en el estado de Veracruz que es autosuficiente y otro en la Ciudad de Saltillo, Coahuila, que a partir de este año trabaja de manera independiente.

Leer en la "Corre"_
Trabajo con menores infractores en el Centro de Tratamiento para Varones, aquí en la Ciudad de México, y teóricamente, el objetivo principal de la labor en favor de los menores, durante su período de pena corporal, sería la transformación de su mentalidad, para sensibilizarlos e impulsarlos para la creación de un proyecto alterno de vida.
Objetivos generales.
¿Cómo podrán, jóvenes cuyas edades fluctúan entre quince y veinte años, reescribir una trayectoria de vida, que desde luego no ha sido proyectada, sino que se resuelve sobre la marcha, día a día…?
- Existe una biblioteca en el Centro, pero normalmente los jóvenes acuden, sólo para hacer consultas académicas cuando algún maestro los lleva, y además no hay préstamo de libros. 
- Las sesiones del Libro Club, no son dentro de esa biblioteca.
- El trabajo de voluntarios, como es mi caso, está completamente desligado de las actividades que se realizan en el centro. Tradicionalmente se ha desarrollado en forma paralela y no existen puntos de contacto entre, maestros de la escuela y nosotros.
- Los muchachos en su mayoría, tienen una escolaridad muy baja.
- En sus casas prácticamente no hay libros, y por consecuencia tampoco lectores.
- Tienden a asociar los libros con algo poco agradable y aburrido.
De estos aspectos algunos se han podido resolver, cuento con un librero más o menos bien surtido, gracias a diferentes donativos, pero no he solucionado el problema de recuperar los libros que les presto,  lo que me hace entender el por qué la biblioteca procede como lo hace. 
Los pretextos a la hora de las devoluciones son muchos: "¿Qué cree? Me nahualearon el libro en mi sección", "pues fíjese que le dio cantonazo", "ya se lo bachichearon", "se lo presté al custodio y no me lo ha devuelto", son de los favoritos, pero lamentablemente significan todos, que yo no volveré a ver el libro en cuestión. He llegado a pensar que incluso un libro, podría ser motivo de trueque entre ellos, pero en resumidas cuentas, los presto a pesar de todo, aunque tenga que estar en campaña permanente de obtención de libros, ya que la otra alternativa es que simplemente no tengan acceso a ellos.
Con respecto al material que leemos semanalmente, pienso que lo ideal, es seleccionar un texto que tenga una extensión entre diez y quince cuartillas, pues esto tiene la ventaja de que se puede leer completo y después ellos tienen tiempo de exponer sus opiniones, todo en el lapso de dos horas que dura  nuestra sesión.
He observado que continuar la siguiente semana, es complicado.  Aunque su asistencia es regular, hay quien falta porque tiene que hacer un examen, tiene sesión de trabajo social con su familia, se enfermó, puede estar castigado, y otras cosas más.  Entonces, ese muchacho, no va a estar al mismo nivel que el resto del grupo y como les cuesta mucho trabajo concentrarse, prefiero que el tema que iniciemos, lo terminemos el mismo día.
Después de seleccionar el texto, lo escaneo e imprimo para luego fotocopiarlo, y entrego a cada muchacho su juego de copias.  De esta manera, cada quien tiene el mismo material y puede llevárselo después de la reunión, para releerlo o bien para prestárselo a algún compañero.
Vale la pena mencionar que, son quizá las fotocopias, el único contacto que existe con los maestros u otros técnicos que trabajan en C.T.V., en relación a la lectura.  He notado que algunos muchachos, se las llevan precisamente porque sus maestros están interesados en ellas, y a veces las utilizan en los salones de la escuela.
Cada sesión, acostumbro leer el material en voz alta y los "chavos"  siguen la lectura. Está permitido interrumpir para opinar, para preguntar lo que alguna palabra significa, para cruzar apuestas acerca de cuál será el desenlace... ésto último, creo que lo disfrutan mucho.
Pero ¿qué textos leemos?, bueno, no ha sido fácil seleccionarlos.
Mi público, podría por su edad, corresponder al grupo de "los que leen bien"  o al de "grandes lectores",  pero más bien se parecen a "los que empiezan",  sólo que bastante más precoces.  Muchas veces me he cuestionado si es más fácil asociarlos con un adulto, o por sus actitudes en otras ocasiones, con un niño de siete años.  ¿Qué puedo leerles en voz alta que los "enganche", que los saque de su rutina y de sus problemas, para darles la posibilidad de asomarse a otros mundos?
Primera sesión, El niño de los cuadritos)
Hablar de mitos, especialmente de los mitos griegos, ha sido muy bien aceptado, así como también la lectura de algunos fragmentos de La Iliada o determinadas aventuras de Odiseo.  Cuando vemos este tema, llevo libros de arte para que como si fueran el "álbum de fotografías de la familia olímpica", puedan encontrar a estos personajes, entre las pinturas renacentistas, que tanto los evocan, ya que les gusta identificar a los protagonistas de sus lecturas.
Los cuentos de Las mil y una noches  y el suspenso en que Scherezada deja al lector, los ha cautivado, casi siempre los leemos de tres en tres y quisieran seguir aun más.  Muchas veces después de esta sesión, me piden prestado el libro de Ali babá  o el de Simbad el Marino, que tengo en el librero.  También me gusta que hojeen algunos libros de arte del Islam, les llama mucho la atención la arquitectura y la escritura árabes.
Las leyendas mexicanas como: La llorona, la mulata de Córdoba, la Xtabay, el nahual  y muchas otras, a pesar de que algunos ya las conocen, no disminuye en el grupo el nivel de atención.  En este caso las revistas de Arqueología  o de México Desconocido, y de libros en los que hay imágenes de México, han sido de gran utilidad, muchos nunca habían visto un cenote ni en fotografía, o ni siquiera sabían que era una ceiba.  Les he pedido también que redacten una leyenda, o bien que le cambien el final o el principio a alguna de las que hemos leído.  Normalmente, no les gusta escribir, les cuesta más trabajo que seguir la lectura y se limitan a expresar algo en forma muy breve.
Entre los textos favoritos están las aventuras de los Caballeros de la Mesa Redonda, creo que Tristán e Isolda, ha sido una de las que más les ha gustado.  Comparto la opinión de Denis de Rougemont en cuanto a que es difícil resistirse a la invitación que hace Bédier en su versión, cuando expresa:  "Caballeros: ¿os gustaría oír un bello cuento de amor y de muerte?...  El desenlace, nunca dejará de sorprenderlos y lo mismo podría decir de  Sir Gawain y el caballero verde...
Como una actividad complementaria, se promueve anualmente, con motivo de Día del Niño, un concurso de escritura, si así pudiéramos llamarle. Se les da un tema y ellos lo desarrollan. Participan todos los talleres, incluso quienes asisten a Alfabetización; ellos dictan sus propuestas, a las encargadas de los grupos. Cada año hemos tenido mayor número de escritos y aunque su letra no es muy clara y su ortografía deja mucho que desear hemos leído textos muy creativos.
Sin embargo, si tuviera que valorar la actitud de mi grupo, frente a la lectura, no me atrevería a decir que sus hábitos se hayan modificado en forma sustancial.  Pienso que el gusto por leer, no esta suficientemente arraigado en ellos.  No sé si una vez que recuperen su libertad, sean capaces de acudir a una biblioteca, por su propio gusto, para pedir un libro prestado. No creo que compren un libro fácilmente, por que no tienen esa costumbre, por que en sus casas, generalmente no los hay, y además por que asumen que todos los libros son caros.

Talleres de lectura para bebés
 en la biblioteca infantil bunko Papalote_
Los talleres de lectura para bebés, surgieron de la inquietud de algunas personas, por integrar a las hermanas y hermanos más pequeños de sus hijos -menores de dos años- a los talleres de lectura de la Biblioteca Infantil Bunko Papalote.
Hasta septiembre de 1998, la edad mínima con la que ingresaban los niños a los talleres era de dos años. Era evidente que algunas de las hermanitas y hermanitos que acompañaban a sus mamás o papás a la biblioteca mostraban interés por entrar al área de trabajo; exploraban los espacios de la biblioteca y de los libros en general y leían en casa los libros con sus hermanitas o hermanitos…
La metodología está basada en considerar a la literatura infantil como: “... una actividad significativa (que) favorezca los procesos de diferenciación relacional (y que) sea una actividad interformativa, que propicie el diálogo y la comunicación tanto entre los niños como entre niños y adultos.”
Los procesos de diferenciación relacional, son procesos de construcción de conocimiento dónde -según la teoría psicogenética y constructivista- se es capaz de establecer relaciones entre las experiencias que ya se conocen y las experiencias nuevas a que se tiene acceso.
Por eso podemos hacer extensivo a los bebés estos procesos de diferenciación relacional, ya que creemos -como los constructivistas- que los bebés construyen su propio conocimiento en la interacción con los sujetos y con el mundo social, y van estableciendo relaciones entre lo aprendido con anterioridad y lo nuevo; tal vez los bebés no puedan hacerlo explícito verbalmente, pero sí mostrarán sus esquemas construidos en las situaciones nuevas a las que se enfrenten.
La metodología de los talleres (…) está conformada por tres actividades básicas:
lectura en voz alta,
lectura de cuentos y libros ilustrados y,
juegos derivados de las lecturas y actividades plásticas libres…
La lectura de literatura infantil proporciona una gran variedad de vocabulario, de posibilidades de tonalidades de la voz, y de estructuras más elaboradas de las que usamos normalmente, esto hace que el pequeño se sienta atraído hacia el sonido que escucha. Si a ello le podemos aumentar ritmo y repetición el bebé disfrutará mucho más, y relacionará la lectura y los libros con momentos muy placenteros…
En Bunko Papalote creemos también que la literatura infantil es una actividad interdisciplinaria (…) Con los bebés las actividades artísticas que consideramos más apropiadas para el trabajo en los talleres son la música y el movimiento  por las características de la etapa sensoriomotriz…
Una relación sana entre el niño y su mundo social, inmediato, es la base de su formación. Para establecer esas bases es necesario permitirle al bebé situaciones significativas que le generen inquietud, ganas de conocer, y de comunicarse y sólo se puede lograr con base en el diálogo, el respeto y el afecto. Creemos (…)que todas las relaciones posteriores con cualidad de objeto, las relaciones interpersonales, tienen su origen en la relación madre-hijo. Por eso en los talleres de lectura para bebés del Bunko Papalote necesitamos la presencia de la madre…
El taller estará conformado por :
- 15 minutos de reconocimiento libre de los libros e intercambio madre-hijo, así como elección del libro para llevar a casa.
- 15 a 20 minutos de lectura en voz alta con dos modalidades: Lectura de recordatorio, del libro leído la sesión anterior y lectura del coordinador de un libro previamente elegido y preparado por él.
- La última parte será de 10 a 15 minutos para juego preparados y libre con participación de papás y bebés.

La lectura como espacio de recreación en el CPPSTUNAM_
El taller de fomento a la lectura en el Centro Educativo Preescolar y primaria del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, (CPPSTUNAM), es un proyecto que trabaja bajo dos enfoques;  El cognitivo, que proporciona a los niños, padres de familia y maestros  un ambiente de percepción a través de la lectura, esta, la relacionamos con lo artístico, cultural, geográfico, étnico y/o social de la realidad de este país México. Y el enfoque comunicativo funcional, el taller trabaja las competencias lingüísticas de saber escuchar, leer, escribir y expresarse. Es decir, tomando al lenguaje como una unidad.
Dentro de este contexto teórico el “Taller (…)inició el 21 de noviembre de 1998. Las sesiones se proporcionan a  los niños de preescolar y primaria, una clase a la semana. Los objetivos que se alcanzan son: Estimular el proceso de la lectura (…)como un hábito placentero, así como formar en los niños y niñas, un criterio diferente de la lectura.
Los tres primeros meses las actividades fueron básicamente de sensibilización (…) Se realizó en tres etapas: se les contó cuentos a los niños, se les permitió que manipularan los libros a su libre albedrío, que mantuvieran un contacto íntimo, que los olieran que supieran que ellos tienen una portada, contraportada, texto. Al entrar al mundo de la imaginación con las fábulas de Esopo, Tajín y los siete truenos, Liliana la bruja urbana, Sputnik y David, El embuste de las coles, Fantasmas escolares, entre muchos más, descubrieran el cómo y el porqué de los fenómenos que suceden, qué pasa con los eventos, la trama, los personajes…
Taller para padres a insistencia de los niños.
En estos talleres para padres se les explicó a los mentores la importancia de acompañar a los "peques" al fascinante mundo de la lectura, la diferencia entre alfabetización y leer (…) Se les explicó a los padres también, que  los niños  quieren que los papás lean, si es que de niños no les leyeron historias fantásticas, que a los niños les gusta leer en voz alta, en silencio, en el banco, en el dentista, junto a un árbol, debajo de la cama, entre arrumacos y caricias y a salto de caballo.
En esas platicas con papás, se informó que los niños han aprendido a leer con fascinación cuando están enfermos, cuando no hay luz, cuando están solos y cuando están tristes…
Muy variadas fueron las dinámicas realizadas durante el ciclo escolar (1998-1999)  cada una de ellas tenía el eje lúdico y la creatividad del grupo. Los cuentos que ellos interpretaron fueron a través de su oralidad lográndose por un lado el entretenimiento y por el otro lograr que por analogía detectaran la moraleja o mensaje del autor. Cada nivel escolar tenía sus particularidades, por lo mismo el tratamiento ante el grupo era único…
En este taller se han olvidado por completo las prácticas  de la repetición mecánica, el dictado, los seudoresúmenes, la seudoinvestigación y la lectura por cuotas y por encargo, mismas que van generando la imagen que de la lectura como algo aburrido, que no tiene nada que ver con la inteligencia o el placer de leer.

Cuerpo y alma: la lectura,
el libro y el niño hospitalizado_
En 1996, después de vivir el proceso de enfermedad de un familiar muy cercano, se dio una fuerte reflexión acerca de la importancia de atender las necesidades afectivas y recreativas de los enfermos.
Por otro lado, nuestras profesiones nos habían mantenido cerca de los libros, del fomento al hábito de la lectura y actividades afines.  Surgió así la idea: utilizar a la lectura como el instrumento para acercarnos a aquellas personas que sufren por causa de una enfermedad, y en este acercamiento, proporcionar a los enfermos un espacio para el esparcimiento, para el autoconocimiento, para el desarrollo de la imaginación. Qué mejor que poner en práctica esta idea con niños, siempre sensibles y ávidos de conocer y disfrutar, quienes a pesar de no gozar de salud plena,  pudieran encontrar en el amplio horizonte de la literatura consuelo y alegría…
La enfermedad
La enfermedad es una experiencia que limita. Las molestias físicas y el dolor se apoderan del cuerpo, y como consecuencia se vive un proceso emocional que va de la incertidumbre, la ansiedad y el miedo al enojo y la soledad. Los niños hospitalizados no sólo viven físicamente las consecuencias de sus padecimientos, sino también se ven alejados de sus hogares y de sus padres, y son sometidos a rutinas médicas, aparatos y aislamiento, lejos de su cotidianeidad, de aquellos lugares en donde se sentían seguros y libres.
Cuando la enfermedad llega a nosotros o a un familiar cercano, esta experiencia modifica radicalmente nuestro entorno y se vuelve urgente reforzar los lazos afectivos entre enfermos y parientes, y efectuar acciones que propicien el restablecimiento emocional y que aligeren la pesada carga del espíritu. Los médicos se hacen cargo de atender al cuerpo, pero reconfortar el alma es en muchos casos, casi tan importante para la recuperación del enfermo.
Es aquí donde Luciérnaga Literaria pensó en estos buenos amigos que acompañan, animan y distraen, que enseñan y hacen pensar: los libros.
Nuestro proyecto está muy lejos de querer aliviar todas las graves repercusiones psicológicas y emocionales que un niño hospitalizado puede enfrentar, mismas que dependerán en cada caso de factores como su edad, gravedad, apoyo de la familia, experiencias anteriores de hospitalización y de su madurez mental y emocional.
El objetivo de nuestro proyecto es solamente, en ciertos momentos de este proceso de hospitalización, otorgar apoyo, atención y afecto al enfermo, todo ello, a través del acercamiento con la literatura…
En la mayoría de los hospitales pediátricos en México, de acuerdo a nuestra experiencia, las actividades recreativas, culturales o educativas no forman parte de los programas terapéuticos.  El ambiente hospitalario resulta un lugar hostil y para los niños se restringe el juego,  las actividades lúdicas y la convivencia creativa con otros niños.
Algunos hospitales cuentan con espacios con mesas pequeñas para los niños y con personal dedicado a proporcionarles materiales para dibujar o entretenerlos en ocasiones especiales con alguna función de teatro o títeres. Pero ninguno de ellos cuenta con bibliotecas infantiles con material accesible en todo momento para que los niños lean y se entretengan.
Breve descripción del proyecto
Hasta la fecha el proyecto que lleva el nombre de Lectura y juego, se ha llevado a cabo en cuatro hospitales pediátricos del Distrito Federal: Hospital Juárez de México e Instituto Nacional de Pediatría que atienden enfermedades generales, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y el Hospital Pediátrico de Tacubaya cuya especialización es la atención a niños quemados.
La población de estos hospitales es, en general, de escasos recursos económicos, no cuentan con seguridad médica como IMSS o ISSSTE y tienen un nivel sociocultural bajo, muchos de los niños (o sus papás) tienen problemas de analfabetismo, bajos niveles de escolaridad y nulo o escaso acercamiento a libros o cuentos infantiles.
Las edades de la población infantil con las que trabajamos oscilan entre los 4 y 17 años de edad, todos ellos de corta y larga estancia (entendemos por larga estancia una permanencia en el hospital mayor a una semana).
A excepción del Hospital Juárez, los otros centros hospitalarios  sí cuentan con personal encargado de regularizar a los niños en materia escolar… En la primera fase del proyecto, Luciérnaga Literaria estaba formada por las dos personas que les presentan esta ponencia, pero al crecer las espectativas y los recursos del programa a través de los beneficios citados, se pudo convocar y capacitar a nuevos participantes, con lo cual hemos formado un grupo interdisciplinario.
En este momento estamos recopilando las experiencias del equipo a lo largo de casi tres años, con el objeto de fundamentar la necesidad de crear espacios lectores dentro de todos los hospitales pediátricos en México: esto es, estamos razonando nuestro optimismo; la idea es ambiciosa pero creemos que se pueden crear los cauces.
Metodología
La metodología que hemos utilizado a lo largo de estos años de trabajo dentro de los hospitales, es producto de nuestra experiencia como promotores de lectura, misma que se ha ido adaptando a las condiciones propias de los niños enfermos.
Como ya lo hemos dicho, contamos con un acervo bibliográfico de literatura básicamente infantil, y también materiales para los jóvenes que hemos obtenido con el apoyo de diversas editoriales. Estos libros se llevan a los hospitales para ser leídos durante las sesiones de trabajo.
Es importante mencionar que a partir de que comenzamos a trabajar en el año 1998 con el Instituto de Cultura de la Ciudad de México, nuestro programa Lectura y Juego se insertó en el proyecto Libro Club, mediante el cual el Instituto pretende ofrecer en préstamo materiales de lectura en lugares de la ciudad que generalmente no cuentan con ello: cárceles, casas de cultura, instituciones públicas de servicio, hospitales, entre otros.
Por ello, a partir de la conjunción de esfuerzos de Luciérnaga Literaria y el Instituto de Cultura, fue posible que éste último donara algunos libros a los hospitales con quienes iniciamos el programa, de manera que pudieran contar con un acervo propio y préstamo a los enfermos, independientemente de las actividades de lectura que nosotros llevamos a los niños hospitalizados.
En cada uno de los hospitales, hemos tenido que coordinarnos con el personal de las áreas de escolaridad o bien con algún médico responsable, para establecer los horarios de visita, la frecuencia y duración de las sesiones y para contar con el apoyo para acercarnos a los niños y trabajar con ellos en algún área del hospital disponible para ello.
En cada hospital se han dado condiciones particulares, pero podemos comentar las coincidencias que hemos encontrado para explicarles la manera en que se ha trabajo, los problemas que hemos enfrentado y las satisfacciones obtenidas.
Estructura de las sesiones
A cada hospital asisten uno o dos talleristas, una o dos veces a la semana. Nuestro equipo de trabajo está conformado en este momento por seis profesionales de ramos distintos: una psicóloga clínica, dos comunicólogos, un artista plástica, una licenciada en Letras Hispánicas, una pedagoga.
Las sesiones duran aproximadamente una hora y media, pero pueden en ocasiones extenderse hasta dos o tres horas, si los horarios de atención y comida de los hospitales lo permiten y si el entusiasmo y necesidades de los niños lo demanda.
Las sesiones forman parte de un programa estructurado con antelación en el que se especifica el libro o libros que se leerán durante la visita al hospital, la presentación o actividad de bienvenida, la labor de tipo manual que desarrollarán los niños, los materiales que serán utilizados y el resultado que espera obtenerse…
El o los talleristas dedican unos minutos a conocer al grupo (en ocasiones los pacientes del hospital no se conocen tampoco entre ellos), a saber los nombres de los niños y de los papás, en caso de que ellos se encuentren allí y los acompañen, a presentarse y a crear un ambiente de cordialidad y confianza.
Es en este punto en donde los niños empiezan a sentirse relajados pues perciben que los encargados del taller no forman parte de ninguna rutina médica ni vendrán a hacerles preguntas sobre su enfermedad o a darles consejos o medicinas.
En este primer momento se aprovecha para hacer alguna actividad de introducción como adivinanzas, trabalenguas, algún juego de mesa, o dinámicas para “romper el hielo”.
También se explica a los niños que nuestra intención es hacerles pasar un rato agradable y que queremos compartir con ellos esta historia maravillosa:
“Un día, mi aldea perdió todos los ruidos, no podíamos escuchar el sonido del mar, ni el tic-tac del reloj, ni el sonido de la lluvia, ni el de los truenos, ni mi puerta que siempre rechina… solamente podíamos escuchar las voces humanas…”
La lectura debe ser más o menos breve y sobre todo muy dinámica, fluida, se debe dar a las palabras ritmo, se puede bajar la voz para llamar la atención de los niños, o entonar una melodía: “el rey es mocho… no tiene oreja, por eso usa peluca vieja…”, en donde el cuento presenta esta posibilidad… o poner énfasis en un momento muy emotivo de la lectura… o utilizar cualquier otro recurso que permita al tallerista captar y mantener la atención de los niños…