Libros Clubes del Gobierno del DF
Este programa empieza a
desarrollarse en 1998, con la primera jefatura de gobierno electa en la
historia de la ciudad de México, y corre a cargo del Instituto de Cultura, años
después elevado a la categoría de Secretaría (SCGDF). Su punto de partida es la
experiencia previa del titular del organismo, Las Aureolas, que reseñamos en el
apartado de experiencias sociales.
A diferencia de las Salas de
Lectura, los Libros Clubes, constreñidos a la ciudad que históricamente
concentra la actividad cultural nacional y que cuenta con una infraestructura
relacionada con la lectura sin comparación en el país, se desarrollan con
rapidez y para el año 2000 su número es de “casi 500”, instalados en
“prisiones, casas de cultura, mercados, cafeterías, hospitales, dependencias
oficiales”_, etcétera.
El entonces Instituto resume así
la experiencia:
(EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA, No.111,
2000.
a. DE PAG.5, DE “Un Libro Club
está constituido por”, HASTA FIN DE LA ENTRADA DEL DOCUMENTO. SE AGREGAN PUNTOS
SUSPENSIVOS.)_
b. MISMA PAG. 5: DE “La ciudad de
México está dividida”, A FINAL DEL SIGUIENTE PÁRRAFO: “20 millones de
habitantes.”_
c. MISMA PAG.5: DE “Según datos
de 1987) a “es el de préstamo de libros sin tramitología.” _
El programa se desarrolla de la
siguiente manera:
(DE PAG. 6, “Un Libro Club, se
nos dice, está constituido”, A PAG. 7: “entregar al Instituto de Cultura
informes tras su visita a los diversos Libro Clubes.”)_
La dotación de textos a estos
espacios es: “Una selección de treinta libros, realizada al azar, del fondo
bibliográfico en que consiste la donación inicial”, compuesta por grandes obras
de la literatura mundial y nacional, y se completa con los Libros del Rincón y
títulos de distinto carácter sobre la ciudad de México_.
La institución es consciente de
que para consolidarse, el programa debe vencer dos grandes retos: que el
trabajo voluntario sea consistente, y que la comunidad asuma cabalmente su
responsabilidad, pues “en la mayoría de los Libro Clubes todavía se espera todo
del Instituto”_.
Leer para ser mejores
Como advertimos, este programa
diseñado para el último bienio del gobierno de Ernesto Zedillo declara el Año
de la Lectura y parece retomar por entero la perspectiva introducida por los
nuevos profesionales:
“Pensamos, recordamos,
proyectamos, soñamos y sentimos con palabras. Nos comunicamos y expresamos con
palabras. Nuestra cultura y nuestra sociedad están construidas no solamente con
palabras, sino con palabras escritas (…) En un monitor o en un papel, en este
fin de siglo y con mayor razón en el futuro, leer es y seguirá siendo una parte
indispensable de la vida.
“Leer no solamente con fines
utilitarios, sino leer buenos libros, como una forma de crecer, ser, hacer,
saber, pensar, viajar, soñar, recibir consejo. Leer como un medio para vivir
mejor. Leer para ser mejores…_”
Este reconocimiento institucional
de la disciplina que viene evolucionando desde unos cuatro lustros atrás, a
primera vista resulta muy completo, considera que los “libros son caminos donde
cada quien anda a su paso”, que el “núcleo” de actividad está “en las escuelas,
las instituciones culturales y los medios”, para dirigirse “a toda la sociedad,
en todo el país”, y propone “acciones específicamente dirigidas a los distintas
necesidades, intereses y situaciones de los diversos grupos sociales”_.
La división en dos grandes
ámbitos, “los espacios escolares” y los que “quedan fuera de la escuela”,
responde también a las inquietudes y concepciones de quienes se dedican a
nuestro tema.
El programa parte de que la
“población que cuenta ya con la competencia lectora, desde su nivel básico
hasta la lectura diestra, habitual y diversificada, forma un conjunto sumamente
vasto y heterogéneo en términos socioeconómicos, de rangos de edad, condiciones
de vida, ocupaciones y profesiones e intereses_.”
Y advierte que “esta diversidad
plantea una multiplicidad correspondiente de necesidades de lectura. (CONTINÚA
EN “PROGRAMA NACIONAL AÑO DE LA LECTURA 1999-2000”, DE PAG..45, “Para
satisfacerlas, es indispensable”, HASTA PAG. 46, “5.Editoriales.”)_
En cuanto a las bibliotecas
propone: (“PROGRAMA NACIONAL AÑO DE LA LECTURA 1999-2000”, DE PAG.48, “1.
Ampliar la Red Nacional”, HASTA PAG. 49, “con un valor cultural permanente”)._
En lo que respecta a la población
atendida por proyectos como Salas de Lectura, aspira a sentar las bases de un
Programa Nacional de Círculo de Lectores, “cuya meta fundamental consistirá en
que cada uno de los municipios del país cuente con al menos uno de estos
espacios”_. Estas son las acciones que se acuerdan:
(“PROGRAMA NACIONAL AÑO DE LA
LECTURA 1999-2000”, PAG. 54, DE “-Creación, en cada estado de la República”, A
“-miembros del círculo de lectores.”)_.
Otra área donde se promueven
avances es la de “Ferias y festivales del libro”, que deben servir “como los
principales instrumentos de promoción”, incorporando al mayor número de ellas
que sea posible, espacios y actividades para la “formación de círculos de
lectores”_.
El proyecto incluye el apoyo a
librerías establecidas, “públicas, universitarias y privadas de carácter
profesional”, que han de “convertirse en verdaderos espacios culturales”_. Para
la red Educal se compromete a “llegar en
el año 2000 a 60 puntos de venta propios, con al menos uno en cada
entidad”_.
A los medios de comunicación se
los define como “herramientas indispensables para que este esfuerzo a favor de
la lectura trascienda y genere cambios profundos”_. En lo tocante a televisión
y radio, se habla de objetivos no detallados para los canales y estaciones
públicas, se hacen vagos señalamientos a la industria y en los demás otros
ámbitos (prensa, publicidad, internet) el programa es a la vez esencialmente
declarativo.
Ferias y festivales del libro
En la época observamos un
desusado interés por este tipo de eventos. En los 1980, sumando a las cuatro de
grandes proporciones que mencionamos en el capítulo Uno, se crearon o acababan
de crearse otras tres: las de Torreón y Tijuana, y la Nacional del Libro de
Antropología e Historia. Una más, la de Aguascalientes, había nacido en 1969
vinculada a la feria tradicional de la ciudad. Ahora la lista crece cada poco:
1990, Feria Nacional del Libro,
de León, Guanajuato; Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil, de Xalapa,
Veracruz, y Feria del Libro y Arte Universitario, de la ciudad de Campeche.
1991, Feria Internacional del
Libro, de Monterrey, Nuevo León, y Feria del Libro INEGI, de la ciudad de
Aguascalientes.
1992, Feria del Libro Infantil y
Juvenil de ciudad del Carmen, Campeche.
1994, Feria del Libro Infantil y
Juvenil de Lagos de Moreno, Jalisco; Feria del Libro del Centro Cultural Justo
Sierra, del DF, y Feria del Libro Universitario, de Xalapa.
1998, Feria del Libro de
Saltillo, Coahuila; Feria del Libro de Cortazar, Guanajuato, y Feria del Libro
UPN, de Teziutlán, Puebla.
1999, Feria Nacional de la
Industria Editorial, las Artes Gráficas y el Disco Compacto, en Toluca, estado
de México; Feria del Libro de Tuxpam, Veracruz, y Feria del Libro y la Lectura,
de la ciudad de Zacatecas.
2000, Feria del Libro de la
Ciudad de México.
Como apreciamos, se trata de
eventos de distinto nivel y carácter, buen número de ellos animados de una o de
otra manera por CONACULTA y los institutos de cultura y normalmente con el
concurso de las universidades estatales. La intervención de aquél indica una
respuesta a programas nacionales o regionales de fomento.
Las repercusiones son muy
diversas también. Las de Guadalajara y el Palacio de Minería,
internacionalizadas, sirven de centro de intercambio a editoriales privadas y
públicas, a escritores y profesionales del medio; alcanzan de manera directa a
cientos de miles de personas, poniendo a su disposición decenas de actividades
diarias, y por su impacto mediático sirven de gran vitrina del libro. La de la
ciudad de México se convierte también desde el primer momento en un gran
espacio de difusión y comercialización, atrayendo en su primer año a cerca de
cien mil visitantes.
Las más modestas atienden a unos
cuantos miles y ponen en oferta unas docenas de títulos. Algunas replican o
intentan replicar, en pequeña escala, a la FILIJ del DF, y todas ellas, con
mayor o menor énfasis y tino, generan espacios de recreación de la cultura en
general y llevan a cabo talleres de lectura.
Junto a estas jornadas regulares,
que requieren de una infraestructura más o menos amplia, en ámbitos reducidos
se producen muchas otras, buena cantidad de ellas sin periodicidad fija,
nacidas al calor de esfuerzos de la sociedad vinculados o no directamente con
la problemática de la lectura. Las que organiza la Red de Maestros Animadores
de la Lectura y la Escritura, de la delegación Iztapalapa, en el DF, a la cual
nos referiremos más adelante, las ilustra:
“Esta dinámica (…) permitió
establecer lazos de comunicación y colaboración que trascendieron las bardas de
las escuelas y se generaron las condiciones para llevar a cabo Ferias de
lectura infantil en algunas escuelas durante el fin de semana, con el propósito
de abrir sus puertas para que maestros de otras escuelas impartieran talleres a
niños, padres y maestros que procedían de la escula sede y de otras aledañas.
Conforme se fueron convenciendo los maestros, lograron organizarlas durantes
los días laborables, estableciendo negociaciones con las autoridades para
obtener la autorización, o en su caso, sin la autorización…_”
Una experiencia vinculada a la
anterior, nos permite asomarnos en detalle al sentido de estos eventos no
insitucionalizados. Se produce en comunidades rurales de Santa Maria Zoquitlan,
Oaxaca, como parte de otra iniciativa que incluimos en el capítulo 4:
“Los niños, niñas, hombres y
mujeres fueron invitados a participar en la Feria de la Lectura y el Libro. Los
niños se imaginaban que a la Feria llegarían los juegos mecánicos, los
caballitos, la rueda de la fortuna, los volantines. Juan pensaba que lo primero
que haría al llegar a la feria sería tomarse su esquimo de chocolate, claro después
de haberse puesto su ropa nueva como lo marcaba la tradición del lugar.
“Los maestros reinventan los
trámites administrativos para organizar la Feria desde tres meses antes,
hablaron con la autoridad educativa y les dijeron que sí, hablaron con los comités
de padres de familia y con las autoridades ejidales de todas las comunidades, y
también les dijeron que sí. Cada comunidad discutió las formas en que
participarían: unos se propusieron para la limpieza del lugar, otros para el
cuidado de los libros, otros para sembrar ramas y palmas que protegerían a los
libros y a sus libreros, otras cocinarían para los mil cien niños que llegarían
a Santa María, las autoridades municipales anfitrionas regalarían una vaca y
varios chivos para la comida de todos los visitantes. En suma, fiesta y tequio,
sí la mismísima forma de solidaridad entre los pueblos indígenas, se vuelven
sinónimos.
“En las aulas y en las asambleas
se hablaba de la Feria y sus preparativos: cómo transportarse desde sus lugares
lejanos, si se podría cruzar el río, si llovería para esas fechas, cuánto
dinero podrían juntar para comprar libros, si llevar o no los petates en los
que se pasarían las noches, en qué talleres participar, si participarían “El
totopo” y “Galvarina” los cuentacuentos, si asistirían los títeres. Juan
pensaba en el reencuentro con su amiga de la comunidad de Cañada Guichá y poder
platicarle cómo iba su segunda novela y sobre todo leerle los poemas escritos
para ella.
“Conforme se acercaba la fecha,
los niños y niñas platicaban más de los libros, de los cuentacuentos y de los
distintos talleres que preparaban para ellos. Los maestros y maestras se
reunían por equipos para preparar su taller y la gran cantidad de tareas
pendientes: los adornos para el salón de clases y para la escuela, los permisos
para sus alumnos, el transporte que los llevaría para el pueblo de Zoquitlán,
la organización de las mamás y los papás que los acompañarían, etc. Los
maestros y maestras se preguntaban: ¿saldrá bien la feria? ¿comprarán libros?
¿alcanzará la comida para todos los niños? Erangelio, el hiperactivo
supervisor, iba y venía de Oaxaca a Santa María Zoquitán, acarreando libros,
estantes, tarimas, vasos, platos, materiales, etc., organizaba reuniones con
los representantes de las comunidades para organizar las comisiones y definir
las funciones que realizarían. Erangelio pensaba que sin el trabajo comunal no
sería posible la realización de la feria, ya que era una empresa que requería
de la colaboración de todos. Y así fue, todos participaron.
“Y la Banda de Música de los
adolescentes de Río Seco anunció el comienzo de la fiesta, las notas de Amadís
de Anís (ese mero, el libro del Fondo de Cultura Económica) se esparcieron
entre el murmullo de los niños, niñas, hombres y mujeres zapotecas. Los niños
corrieron, los pájaros zanates levantaron el vuelo, los maestros dibujaron y
adornaron, los hombres se atarearon, las mujeres cocinaron, todo era un ir y
venir de personas, todo este alboroto significaba la fiesta de los libros y de
la lectura. Afuera, en la explanada, la alegría había comenzado, los acordes de
la banda de música inundaban los cerros,
los ríos y el cielo azul de Santa María. Totopo y Galvarina hacían lo suyo, los
niños ejercían su derecho a leer y escribir en el taller en el que estarían a
gusto, los abuelos, las abuelas, los padres y las madres también platicarían,
escribirían y leerían en los talleres. Mientras eso sucedía nadie se dio cuenta
que de uno de los libros del Fondo salieron los famosísimos Casi bandidos para
intentar robarse la alegría de la feria. Pero los niños que ya los conocían,
los asustaron como ellos lo saben hacer, jugando, y jugando a ser topiles, los
guardianes del orden en sus comunidades, porque como todos sabemos los
casibandidos sólo eran unos simples bandidos indefensos, que al término del
juego gritaron: “si quieren saber más de nosotros atrévanse a meterse entre las páginas de nuestro libro”._
Balance hecho por Leer para Ser
Mejores
(LEER PARA SER MEJORES, DE PAG.
55: “En la actualidad, mediante el trabajo…”, A PAG. 56: “mayor afluencia de
público.”)_
Las iniciativas sociales
En la época las iniciativas
tomadas por la sociedad se hacen cada vez más ricas y diversas. Damos cuenta de
una docena de ellas, transcribiendo parte de los documentos originales que las
sintetizan. La mayoría fueron presentadas al Primer Congreso de la Red ce
Animación a la Lectura del Fondo de Cultura Económica.
Lectura con abuelitos_
Queremos compartir con nuestros
lectores nuestra experiencia como pioneras en la implementación de la lectura
con los abuelitos dentro de una Institución.
Somos testigos de que esta es una opción que, además de que
fomentó el interés por la lectura vino a ayudar a reintegrar al abuelo dentro
del ambiente familiar, contribuyendo a encontrar un espacio especial para la
transmisión de valores, experiencias e intercambio de ideas entre los
ninos y sus abuelos.
Objetivos
Reintegrar al abuelo en el lugar
que ocupa dentro de la familia.
Involucrar a los abuelos en la
educación de los nietos.
Crear momentos agradables de
lectura entre abuelos y nietos.
Dar otra opción a los niños para
ver la lectura como una experiencia
agradable y atractiva.
Aprender el placer de compartir
el abuelo con los compañeros de la escuela.
Crear el hábito de la lectura en
los niños.
Aspectos a considerar para
iniciar el programa
Cuando se toma la decisión de
implementar un programa de lectura con los abuelos, es necesario el apoyo de
toda la Institución, desde la Dirección,
hasta el personal de Intendencia, pues se requiere de un esfuerzo extra de
organización, comprensión y participación de todo el personal .
De la voluntad de la Dirección se
obtiene un espacio para realizar la actividad, materiales para habilitarlo
(como sombrillas, tapetes, sillas, biblioteca especial de cuentos para uso de
los abuelos), así como apoyo para la realización de los eventos de inicio y
clausura.
Del profesorado se requiere la
comprensión y flexibilidad para ceder
parte de su tiempo de trabajo para dedicarlo a esta actividad, así como de su
ayuda para motivar a los niños continuamente para que inviten a sus abuelos a
participar.
Finalmente, quien juega un papel
definitivo en esta actividad es la persona encargada de coordinar el taller de
lectura, ya que de su verdadero interés, entusiasmo y conciencia de la importancia y
trascendencia de esta actividad en la vida de los niños y de los abuelos, va a
depender el éxito de este programa.
Desarrollo
Una vez aceptado el proyecto se
envió una circular convocando a una
junta con el fin de invitar a los abuelos
a participar en el Programa de Lectura en Voz Alta .
Durante esta reunión se les
explicaron los objetivos del programa motivándolos para que participaran una
vez al mes durante el ciclo escolar, proporcionándoles calendarios con días y
horas de los diferentes grados y grupos, ya que para algunos abuelos su
participación es de más de una vez al mes por tener varios nietos en la
Institución.
Se les hicieron indicaciones
generales sobre estrategias a seguir durante una lectura en voz alta, como
mantener la atención de los niños, tipo de libros que pueden elegir, con
ilustraciones grandes para los más pequeños , con historias más largas para los
más grandes etc.
Se aprovechó la reunión para dar
a conocer algunas reglas prácticas a seguir :
Puntualidad: es necesario llegar
10 min. antes de la hora señalada para tener tiempo para elegir un cuento en
caso de no traerlo, así como para registrar su asistencia y desplazarse al
lugar donde se realizará la actividad.
Haber leído previamente el cuento
que van a leer, lo cual les permitirá mayor flexibilidad al momento de realizar la actividad, ya que
podrán utilizar sinónimos, dar explicaciones, acortar o alargar la historia de
acuerdo al interés de los niños, de la misma manera que podrán dar una mejor
entonación y emoción a su narración.
Por ningún motivo traer regalos,
dulces, premios etc. para los niños, porque se desvirtúan unos de los
objetivos principales que son la
motivación a la lectura y la presencia de los abuelos.
Terminado el tiempo destinado a
la actividad, los abuelos no pueden entrar a los salones de los niños o
permanecer dentro de las áreas donde interactúen con ellos para interrumpir lo menos posible el
ritmo regular de actividades de la Institución.
Taller de lectura.
Se realizó la actividad una vez
por semana .
Se eligió una semana del mes para
cada nivel . La primera semana se trabajó con los grupos de maternal; la
segunda con los grupos de Kinder 1; la tercera con los de Kinder 2; y
la cuarta semana del mes con los grupos de Preprimaria.
Para cada nivel se eligieron tres
horarios durante el día, para trabajar con grupos máximos de 30 niños a la vez.
La duración máxima de la
actividad es de 30 minutos. Los 5 primeros min. se utilizan para dar la
bienvenida a los abuelos, dividir el grupo dependiendo de el número de abuelos
presentes .
Cada abuelo se sienta con su
nieto y dependiendo de la edad, con 3 o 4 niños más a los que les va a leer
el cuento durante 20 min.
Se supervisaron los grupos a
distancia para que los abuelos se sintieran con la libertad de expresarse.
Los últimos 5 min. se utilizaron
para integrar nuevamente el grupo, los niños platicaron sobre los cuentos que
escucharon, y se despidieron de los abuelos.
Una vez que la maestra de grupo
se llevó a sus niños, el coordinador del Taller, platica durante 10 min.
aproximadamente sobre la experiencia que tuvieron los abuelos, pros o contras
del momento, se les sugieren ideas para
un mejor control de grupo, como captar mejor la atención de los niños, resolver
inquietudes, compartir sentimientos etc.
Resultados obtenidos
La implementación de este
proyecto se considera exitosa por lo siguiente:
Se ha llevado a cabo el Taller
durante tres años consecutivos.
Hubo un incremento en la
participación de los abuelos en un 100% conforme se concluyó cada ciclo
escolar.
Se inició el proyecto en un
plantel, y actualmente se realiza en cuatro planteles diferentes del Grupo
Alexander Bain .
Se inició con los grupos de
Preescolar y actualmente se trabaja con
los primeros grados de nivel de
enseñanza Primaria.
Se observa una participación
regular de un grupo de abuelos que asisten mes con mes.
Los abuelos participan ahora en
otras actividades escolares en las que antes no participaban, como festivales,
eventos de fin de curso, exposiciones, ferias durante el año ( Ecológica, del
libro).
Nos han comunicado los abuelos
que ha habido un mayor acercamiento
afectivo y de trato con sus familias.
Nos han comunicado los padres de
familia que han observado en los abuelos una nueva motivación para vivir.
Hemos sido testigos de nuevas
amistades entre abuelos, o reencuentros de viejas amistades, tanto familiares
como escolares.
Problemas que se presentaron
Orientar y tranquilizar, tanto a
los padres de familia como a los niños, en los casos de ausencia de
abuelos por deceso.
Mantener claro y ser firmes en no
permitir regalos o dulces a los niños.
Hacer ajuste en la actividad en las ocasiones en
que un abuelo llegue tarde.
Ser flexibles para adaptarse a
situaciones especiales: presencia de bisabuelos, abuelos con limitaciones
físicas, muletas, operaciones, sillas de ruedas etc.
Mediar errores de comunicación
entre padres de familia y abuelos donde los últimos resultan afectados.
Aprendizaje derivado
Sin importar la edad que uno
tenga, si existe una motivación para realizar una actividad se genera
creatividad, entusiasmo y compromiso.
Tratar a personas de la tercera
edad requiere desarrollar la sensibilidad para entender su psicología,
necesidades e inquietudes, y continuamente retroalimentarlos en forma positiva
para reafirmar su autoestima.
Se aprende a valorar la experiencia de un
adulto que tiene la necesidad de compartir toda su experiencia de vida.
Al tener que coordinarse para
participar en el Taller de Lectura se restablecieron y reforzaron lazos de
comunicación entre las familias.
La presencia del abuelo recobró
importancia dentro del círculo familiar.
Los niños que tenían carencia
física o emocional de abuelo tuvieron la oportunidad de adoptar uno que vino a
satisfacer esa necesidad.
El abuelo ofrece un mensaje
diferente al leer los libros, ya que su selección de cuentos se realiza con un
criterio basado en su experiencia, con lo cual se enriquece el universo
literario del niño.
El observar la creatividad de
algunos abuelos asombra, contagia, estimula e impulsa no solo a otros abuelos
sino también al personal de la Institución.
Los resultados de la convivencia
del taller dejan una gran satisfacción de ver que alrededor del objetivo de crear un gusto por la lectura
se fomentó la unión familiar se fortalecieron los lazos afectivos y se rompieron falsas creencias, para finalmente compartir todos una experiencia de
crecimiento.
Bunkos, bibliotecas comunitarias
(IBBY México)_
A partir del éxito de los Bunkos
en otros países y tomando en cuenta algunas de sus características. La historia
de los Bunkos en nuestro país comienza en 1993, cuando IBBY México realiza las
gestiones necesarias ante la ICBA para la fundación de dos Bunkos piloto, uno
en Cuernavaca, Morelos y otro en Xalapa, Veracruz. Este último sirvió como modelo
para la creación a partir de 1996, de 23 bunkos más…
Los Bunkos se ubican en un centro
comunitario como estancias infantiles o escuelas…
Por lo general, las personas que
atienden los Bunkos son personas de la comunidad a quienes gustan los niños y
los libros.
Una de sus misiones es promover
un desarrollo sano en los niños a través de la lectura de buenos libros.
Entre las actividades comunes que
se realizan están: la lectura en voz alta, práctica de la escritura.
Como requisito indispensable, los
niños participan voluntariamente…
CÓMO FUNCIONAN
Se forman grupos de niños antes
de iniciar las sesiones. La asistencia organizada, permanente y periódica
permite evaluar el desarrollo de los niños y los cambios de habilidades, tanto
de los pequeños como de los animadores.
Los niños se organizan en grupos
homogéneos en cuanto a edades e intereses,
lo que permite elegir estrategias de animación y libros adecuados. Los
grupos son pequeños (entre 4 y 10 niños),
con lo que se puede tener orden en la sesión y establecer una relación
estrecha entre los participantes, niños y animadores, y lograr un ambiente
cálido e íntimo que favorece la lectura en libertad.
La actividad principal es la
lectura en voz alta y las estrategias de animación a la lectura. En otros Bunkos parte importante de las
actividades es el préstamo a domicilio, así como jugar juegos tradicionales, contar cuentos,
dramatizaciones.
Cada grupo asiste una vez a la
semana en sesiones de 45 minutos, en horarios ya establecidos, pero el Bunko
está abierto generalmente 10 horas a la semana…
Los Bunkos (…) son atendidos por
amas de casa y por muchachos de la comunidad que en ocasiones únicamente tienen
concluida la primaria, en otros lados, las personas que los atienden son
generalmente amas de casa.
Gran parte de los animadores
reciben un apoyo económico, en otras partes del mundo la mayoría de los animadores son voluntarios…
Su principal objetivo no es la
búsqueda de información sino disfrutar de la lectura y crear el deseo de leer
en el niño a través de la lectura en voz alta y animación a la lectura. Se
busca favorecer su relación activa con
los libros y su acercamiento placentero y significativo a la lectura…
Actualmente funcionan veintitrés
Bunkos: cuatro Bunkos situados en zonas de escasos recursos de la Ciudad de
México, seis en la zona de la mixteca baja del estado de oaxaca, dos en la zona
del Itsmo de Tehuantepec y dos en la zona mixe zapoteca también (10) en Oaxaca; cinco en el estado de México,
dos en el estado de Chiapas , uno en Xalapa, en el estado de Veracruz que es
autosuficiente y otro en la Ciudad de Saltillo, Coahuila, que a partir de este
año trabaja de manera independiente.
Leer en la "Corre"_
Trabajo con menores infractores
en el Centro de Tratamiento para Varones, aquí en la Ciudad de México, y
teóricamente, el objetivo principal de la labor en favor de los menores,
durante su período de pena corporal, sería la transformación de su mentalidad,
para sensibilizarlos e impulsarlos para la creación de un proyecto alterno de
vida.
Objetivos generales.
¿Cómo podrán, jóvenes cuyas
edades fluctúan entre quince y veinte años, reescribir una trayectoria de vida,
que desde luego no ha sido proyectada, sino que se resuelve sobre la marcha,
día a día…?
- Existe una biblioteca en el
Centro, pero normalmente los jóvenes acuden, sólo para hacer consultas
académicas cuando algún maestro los lleva, y además no hay préstamo de
libros.
- Las sesiones del Libro Club, no
son dentro de esa biblioteca.
- El trabajo de voluntarios, como
es mi caso, está completamente desligado de las actividades que se realizan en
el centro. Tradicionalmente se ha desarrollado en forma paralela y no existen
puntos de contacto entre, maestros de la escuela y nosotros.
- Los muchachos en su mayoría,
tienen una escolaridad muy baja.
- En sus casas prácticamente no
hay libros, y por consecuencia tampoco lectores.
- Tienden a asociar los libros
con algo poco agradable y aburrido.
De estos aspectos algunos se han
podido resolver, cuento con un librero más o menos bien surtido, gracias a
diferentes donativos, pero no he solucionado el problema de recuperar los
libros que les presto, lo que me hace
entender el por qué la biblioteca procede como lo hace.
Los pretextos a la hora de las
devoluciones son muchos: "¿Qué cree? Me nahualearon el libro en mi
sección", "pues fíjese que le dio cantonazo", "ya se lo
bachichearon", "se lo presté al custodio y no me lo ha
devuelto", son de los favoritos, pero lamentablemente significan todos,
que yo no volveré a ver el libro en cuestión. He llegado a pensar que incluso
un libro, podría ser motivo de trueque entre ellos, pero en resumidas cuentas,
los presto a pesar de todo, aunque tenga que estar en campaña permanente de
obtención de libros, ya que la otra alternativa es que simplemente no tengan
acceso a ellos.
Con respecto al material que
leemos semanalmente, pienso que lo ideal, es seleccionar un texto que tenga una
extensión entre diez y quince cuartillas, pues esto tiene la ventaja de que se
puede leer completo y después ellos tienen tiempo de exponer sus opiniones,
todo en el lapso de dos horas que dura
nuestra sesión.
He observado que continuar la
siguiente semana, es complicado. Aunque
su asistencia es regular, hay quien falta porque tiene que hacer un examen,
tiene sesión de trabajo social con su familia, se enfermó, puede estar
castigado, y otras cosas más. Entonces,
ese muchacho, no va a estar al mismo nivel que el resto del grupo y como les
cuesta mucho trabajo concentrarse, prefiero que el tema que iniciemos, lo
terminemos el mismo día.
Después de seleccionar el texto,
lo escaneo e imprimo para luego fotocopiarlo, y entrego a cada muchacho su
juego de copias. De esta manera, cada
quien tiene el mismo material y puede llevárselo después de la reunión, para
releerlo o bien para prestárselo a algún compañero.
Vale la pena mencionar que, son
quizá las fotocopias, el único contacto que existe con los maestros u otros
técnicos que trabajan en C.T.V., en relación a la lectura. He notado que algunos muchachos, se las
llevan precisamente porque sus maestros están interesados en ellas, y a veces
las utilizan en los salones de la escuela.
Cada sesión, acostumbro leer el
material en voz alta y los "chavos"
siguen la lectura. Está permitido interrumpir para opinar, para
preguntar lo que alguna palabra significa, para cruzar apuestas acerca de cuál
será el desenlace... ésto último, creo que lo disfrutan mucho.
Pero ¿qué textos leemos?, bueno,
no ha sido fácil seleccionarlos.
Mi público, podría por su edad,
corresponder al grupo de "los que leen bien" o al de "grandes lectores", pero más bien se parecen a "los que
empiezan", sólo que bastante más
precoces. Muchas veces me he cuestionado
si es más fácil asociarlos con un adulto, o por sus actitudes en otras
ocasiones, con un niño de siete años.
¿Qué puedo leerles en voz alta que los "enganche", que los
saque de su rutina y de sus problemas, para darles la posibilidad de asomarse a
otros mundos?
Primera sesión, El niño de los
cuadritos)
Hablar de mitos, especialmente de
los mitos griegos, ha sido muy bien aceptado, así como también la lectura de
algunos fragmentos de La Iliada o determinadas aventuras de Odiseo. Cuando vemos este tema, llevo libros de arte
para que como si fueran el "álbum de fotografías de la familia
olímpica", puedan encontrar a estos personajes, entre las pinturas
renacentistas, que tanto los evocan, ya que les gusta identificar a los
protagonistas de sus lecturas.
Los cuentos de Las mil y una
noches y el suspenso en que Scherezada
deja al lector, los ha cautivado, casi siempre los leemos de tres en tres y
quisieran seguir aun más. Muchas veces
después de esta sesión, me piden prestado el libro de Ali babá o el de Simbad el Marino, que tengo en el
librero. También me gusta que hojeen
algunos libros de arte del Islam, les llama mucho la atención la arquitectura y
la escritura árabes.
Las leyendas mexicanas como: La
llorona, la mulata de Córdoba, la Xtabay, el nahual y muchas otras, a pesar de que algunos ya las
conocen, no disminuye en el grupo el nivel de atención. En este caso las revistas de Arqueología o de México Desconocido, y de libros en los
que hay imágenes de México, han sido de gran utilidad, muchos nunca habían
visto un cenote ni en fotografía, o ni siquiera sabían que era una ceiba. Les he pedido también que redacten una
leyenda, o bien que le cambien el final o el principio a alguna de las que
hemos leído. Normalmente, no les gusta
escribir, les cuesta más trabajo que seguir la lectura y se limitan a expresar
algo en forma muy breve.
Entre los textos favoritos están
las aventuras de los Caballeros de la Mesa Redonda, creo que Tristán e Isolda,
ha sido una de las que más les ha gustado.
Comparto la opinión de Denis de Rougemont en cuanto a que es difícil
resistirse a la invitación que hace Bédier en su versión, cuando expresa: "Caballeros: ¿os gustaría oír un bello
cuento de amor y de muerte?... El
desenlace, nunca dejará de sorprenderlos y lo mismo podría decir de Sir Gawain y el caballero verde...
Como una actividad
complementaria, se promueve anualmente, con motivo de Día del Niño, un concurso
de escritura, si así pudiéramos llamarle. Se les da un tema y ellos lo
desarrollan. Participan todos los talleres, incluso quienes asisten a
Alfabetización; ellos dictan sus propuestas, a las encargadas de los grupos.
Cada año hemos tenido mayor número de escritos y aunque su letra no es muy
clara y su ortografía deja mucho que desear hemos leído textos muy creativos.
Sin embargo, si tuviera que
valorar la actitud de mi grupo, frente a la lectura, no me atrevería a decir
que sus hábitos se hayan modificado en forma sustancial. Pienso que el gusto por leer, no esta
suficientemente arraigado en ellos. No
sé si una vez que recuperen su libertad, sean capaces de acudir a una
biblioteca, por su propio gusto, para pedir un libro prestado. No creo que
compren un libro fácilmente, por que no tienen esa costumbre, por que en sus
casas, generalmente no los hay, y además por que asumen que todos los libros
son caros.
Talleres de lectura para bebés
en la biblioteca infantil bunko Papalote_
Los talleres de lectura para
bebés, surgieron de la inquietud de algunas personas, por integrar a las
hermanas y hermanos más pequeños de sus hijos -menores de dos años- a los
talleres de lectura de la Biblioteca Infantil Bunko Papalote.
Hasta septiembre de 1998, la edad
mínima con la que ingresaban los niños a los talleres era de dos años. Era
evidente que algunas de las hermanitas y hermanitos que acompañaban a sus mamás
o papás a la biblioteca mostraban interés por entrar al área de trabajo;
exploraban los espacios de la biblioteca y de los libros en general y leían en
casa los libros con sus hermanitas o hermanitos…
La metodología está basada en
considerar a la literatura infantil como: “... una actividad significativa
(que) favorezca los procesos de diferenciación relacional (y que) sea una
actividad interformativa, que propicie el diálogo y la comunicación tanto entre
los niños como entre niños y adultos.”
Los procesos de diferenciación
relacional, son procesos de construcción de conocimiento dónde -según la teoría
psicogenética y constructivista- se es capaz de establecer relaciones entre las
experiencias que ya se conocen y las experiencias nuevas a que se tiene acceso.
Por eso podemos hacer extensivo a
los bebés estos procesos de diferenciación relacional, ya que creemos -como los
constructivistas- que los bebés construyen su propio conocimiento en la
interacción con los sujetos y con el mundo social, y van estableciendo
relaciones entre lo aprendido con anterioridad y lo nuevo; tal vez los bebés no
puedan hacerlo explícito verbalmente, pero sí mostrarán sus esquemas
construidos en las situaciones nuevas a las que se enfrenten.
La metodología de los talleres
(…) está conformada por tres actividades básicas:
lectura en voz alta,
lectura de cuentos y libros
ilustrados y,
juegos derivados de las lecturas
y actividades plásticas libres…
La lectura de literatura infantil
proporciona una gran variedad de vocabulario, de posibilidades de tonalidades
de la voz, y de estructuras más elaboradas de las que usamos normalmente, esto
hace que el pequeño se sienta atraído hacia el sonido que escucha. Si a ello le
podemos aumentar ritmo y repetición el bebé disfrutará mucho más, y relacionará
la lectura y los libros con momentos muy placenteros…
En Bunko Papalote creemos también
que la literatura infantil es una actividad interdisciplinaria (…) Con los
bebés las actividades artísticas que consideramos más apropiadas para el
trabajo en los talleres son la música y el movimiento por las características de la etapa
sensoriomotriz…
Una relación sana entre el niño y
su mundo social, inmediato, es la base de su formación. Para establecer esas
bases es necesario permitirle al bebé situaciones significativas que le generen
inquietud, ganas de conocer, y de comunicarse y sólo se puede lograr con base
en el diálogo, el respeto y el afecto. Creemos (…)que todas las relaciones
posteriores con cualidad de objeto, las relaciones interpersonales, tienen su
origen en la relación madre-hijo. Por eso en los talleres de lectura para bebés
del Bunko Papalote necesitamos la presencia de la madre…
El taller estará conformado por :
- 15 minutos de reconocimiento
libre de los libros e intercambio madre-hijo, así como elección del libro para
llevar a casa.
- 15 a 20 minutos de lectura en
voz alta con dos modalidades: Lectura de recordatorio, del libro leído la
sesión anterior y lectura del coordinador de un libro previamente elegido y
preparado por él.
- La última parte será de 10 a 15
minutos para juego preparados y libre con participación de papás y bebés.
La lectura como espacio de
recreación en el CPPSTUNAM_
El taller de fomento a la lectura
en el Centro Educativo Preescolar y primaria del Sindicato de Trabajadores de
la Universidad Nacional Autónoma de México, (CPPSTUNAM), es un proyecto que
trabaja bajo dos enfoques; El cognitivo,
que proporciona a los niños, padres de familia y maestros un ambiente de percepción a través de la
lectura, esta, la relacionamos con lo artístico, cultural, geográfico, étnico
y/o social de la realidad de este país México. Y el enfoque comunicativo
funcional, el taller trabaja las competencias lingüísticas de saber escuchar,
leer, escribir y expresarse. Es decir, tomando al lenguaje como una unidad.
Dentro de este contexto teórico
el “Taller (…)inició el 21 de noviembre de 1998. Las sesiones se proporcionan
a los niños de preescolar y primaria,
una clase a la semana. Los objetivos que se alcanzan son: Estimular el proceso
de la lectura (…)como un hábito placentero, así como formar en los niños y
niñas, un criterio diferente de la lectura.
Los tres primeros meses las
actividades fueron básicamente de sensibilización (…) Se realizó en tres
etapas: se les contó cuentos a los niños, se les permitió que manipularan los
libros a su libre albedrío, que mantuvieran un contacto íntimo, que los olieran
que supieran que ellos tienen una portada, contraportada, texto. Al entrar al
mundo de la imaginación con las fábulas de Esopo, Tajín y los siete truenos,
Liliana la bruja urbana, Sputnik y David, El embuste de las coles, Fantasmas
escolares, entre muchos más, descubrieran el cómo y el porqué de los fenómenos
que suceden, qué pasa con los eventos, la trama, los personajes…
Taller para padres a insistencia
de los niños.
En estos talleres para padres se
les explicó a los mentores la importancia de acompañar a los "peques"
al fascinante mundo de la lectura, la diferencia entre alfabetización y leer
(…) Se les explicó a los padres también, que
los niños quieren que los papás
lean, si es que de niños no les leyeron historias fantásticas, que a los niños
les gusta leer en voz alta, en silencio, en el banco, en el dentista, junto a
un árbol, debajo de la cama, entre arrumacos y caricias y a salto de caballo.
En esas platicas con papás, se
informó que los niños han aprendido a leer con fascinación cuando están
enfermos, cuando no hay luz, cuando están solos y cuando están tristes…
Muy variadas fueron las dinámicas
realizadas durante el ciclo escolar (1998-1999)
cada una de ellas tenía el eje lúdico y la creatividad del grupo. Los
cuentos que ellos interpretaron fueron a través de su oralidad lográndose por
un lado el entretenimiento y por el otro lograr que por analogía detectaran la
moraleja o mensaje del autor. Cada nivel escolar tenía sus particularidades,
por lo mismo el tratamiento ante el grupo era único…
En este taller se han olvidado
por completo las prácticas de la
repetición mecánica, el dictado, los seudoresúmenes, la seudoinvestigación y la
lectura por cuotas y por encargo, mismas que van generando la imagen que de la
lectura como algo aburrido, que no tiene nada que ver con la inteligencia o el
placer de leer.
Cuerpo y alma: la lectura,
el libro y el niño hospitalizado_
En 1996, después de vivir el
proceso de enfermedad de un familiar muy cercano, se dio una fuerte reflexión
acerca de la importancia de atender las necesidades afectivas y recreativas de
los enfermos.
Por otro lado, nuestras
profesiones nos habían mantenido cerca de los libros, del fomento al hábito de
la lectura y actividades afines. Surgió
así la idea: utilizar a la lectura como el instrumento para acercarnos a
aquellas personas que sufren por causa de una enfermedad, y en este
acercamiento, proporcionar a los enfermos un espacio para el esparcimiento,
para el autoconocimiento, para el desarrollo de la imaginación. Qué mejor que
poner en práctica esta idea con niños, siempre sensibles y ávidos de conocer y
disfrutar, quienes a pesar de no gozar de salud plena, pudieran encontrar en el amplio horizonte de
la literatura consuelo y alegría…
La enfermedad
La enfermedad es una experiencia
que limita. Las molestias físicas y el dolor se apoderan del cuerpo, y como
consecuencia se vive un proceso emocional que va de la incertidumbre, la
ansiedad y el miedo al enojo y la soledad. Los niños hospitalizados no sólo
viven físicamente las consecuencias de sus padecimientos, sino también se ven
alejados de sus hogares y de sus padres, y son sometidos a rutinas médicas,
aparatos y aislamiento, lejos de su cotidianeidad, de aquellos lugares en donde
se sentían seguros y libres.
Cuando la enfermedad llega a
nosotros o a un familiar cercano, esta experiencia modifica radicalmente
nuestro entorno y se vuelve urgente reforzar los lazos afectivos entre enfermos
y parientes, y efectuar acciones que propicien el restablecimiento emocional y
que aligeren la pesada carga del espíritu. Los médicos se hacen cargo de
atender al cuerpo, pero reconfortar el alma es en muchos casos, casi tan
importante para la recuperación del enfermo.
Es aquí donde Luciérnaga Literaria
pensó en estos buenos amigos que acompañan, animan y distraen, que enseñan y
hacen pensar: los libros.
Nuestro proyecto está muy lejos
de querer aliviar todas las graves repercusiones psicológicas y emocionales que
un niño hospitalizado puede enfrentar, mismas que dependerán en cada caso de
factores como su edad, gravedad, apoyo de la familia, experiencias anteriores
de hospitalización y de su madurez mental y emocional.
El objetivo de nuestro proyecto
es solamente, en ciertos momentos de este proceso de hospitalización, otorgar
apoyo, atención y afecto al enfermo, todo ello, a través del acercamiento con
la literatura…
En la mayoría de los hospitales
pediátricos en México, de acuerdo a nuestra experiencia, las actividades
recreativas, culturales o educativas no forman parte de los programas
terapéuticos. El ambiente hospitalario
resulta un lugar hostil y para los niños se restringe el juego, las actividades lúdicas y la convivencia
creativa con otros niños.
Algunos hospitales cuentan con
espacios con mesas pequeñas para los niños y con personal dedicado a
proporcionarles materiales para dibujar o entretenerlos en ocasiones especiales
con alguna función de teatro o títeres. Pero ninguno de ellos cuenta con
bibliotecas infantiles con material accesible en todo momento para que los
niños lean y se entretengan.
Breve descripción del proyecto
Hasta la fecha el proyecto que
lleva el nombre de Lectura y juego, se ha llevado a cabo en cuatro hospitales
pediátricos del Distrito Federal: Hospital Juárez de México e Instituto
Nacional de Pediatría que atienden enfermedades generales, el Instituto
Nacional de Enfermedades Respiratorias y el Hospital Pediátrico de Tacubaya
cuya especialización es la atención a niños quemados.
La población de estos hospitales
es, en general, de escasos recursos económicos, no cuentan con seguridad médica
como IMSS o ISSSTE y tienen un nivel sociocultural bajo, muchos de los niños (o
sus papás) tienen problemas de analfabetismo, bajos niveles de escolaridad y
nulo o escaso acercamiento a libros o cuentos infantiles.
Las edades de la población
infantil con las que trabajamos oscilan entre los 4 y 17 años de edad, todos
ellos de corta y larga estancia (entendemos por larga estancia una permanencia
en el hospital mayor a una semana).
A excepción del Hospital Juárez,
los otros centros hospitalarios sí
cuentan con personal encargado de regularizar a los niños en materia escolar…
En la primera fase del proyecto, Luciérnaga Literaria estaba formada por las
dos personas que les presentan esta ponencia, pero al crecer las espectativas y
los recursos del programa a través de los beneficios citados, se pudo convocar
y capacitar a nuevos participantes, con lo cual hemos formado un grupo
interdisciplinario.
En este momento estamos
recopilando las experiencias del equipo a lo largo de casi tres años, con el
objeto de fundamentar la necesidad de crear espacios lectores dentro de todos
los hospitales pediátricos en México: esto es, estamos razonando nuestro
optimismo; la idea es ambiciosa pero creemos que se pueden crear los cauces.
Metodología
La metodología que hemos
utilizado a lo largo de estos años de trabajo dentro de los hospitales, es
producto de nuestra experiencia como promotores de lectura, misma que se ha ido
adaptando a las condiciones propias de los niños enfermos.
Como ya lo hemos dicho, contamos
con un acervo bibliográfico de literatura básicamente infantil, y también
materiales para los jóvenes que hemos obtenido con el apoyo de diversas
editoriales. Estos libros se llevan a los hospitales para ser leídos durante
las sesiones de trabajo.
Es importante mencionar que a
partir de que comenzamos a trabajar en el año 1998 con el Instituto de Cultura
de la Ciudad de México, nuestro programa Lectura y Juego se insertó en el
proyecto Libro Club, mediante el cual el Instituto pretende ofrecer en préstamo
materiales de lectura en lugares de la ciudad que generalmente no cuentan con
ello: cárceles, casas de cultura, instituciones públicas de servicio,
hospitales, entre otros.
Por ello, a partir de la conjunción
de esfuerzos de Luciérnaga Literaria y el Instituto de Cultura, fue posible que
éste último donara algunos libros a los hospitales con quienes iniciamos el
programa, de manera que pudieran contar con un acervo propio y préstamo a los
enfermos, independientemente de las actividades de lectura que nosotros
llevamos a los niños hospitalizados.
En cada uno de los hospitales,
hemos tenido que coordinarnos con el personal de las áreas de escolaridad o
bien con algún médico responsable, para establecer los horarios de visita, la
frecuencia y duración de las sesiones y para contar con el apoyo para
acercarnos a los niños y trabajar con ellos en algún área del hospital
disponible para ello.
En cada hospital se han dado
condiciones particulares, pero podemos comentar las coincidencias que hemos
encontrado para explicarles la manera en que se ha trabajo, los problemas que
hemos enfrentado y las satisfacciones obtenidas.
Estructura de las sesiones
A cada hospital asisten uno o dos
talleristas, una o dos veces a la semana. Nuestro equipo de trabajo está
conformado en este momento por seis profesionales de ramos distintos: una
psicóloga clínica, dos comunicólogos, un artista plástica, una licenciada en
Letras Hispánicas, una pedagoga.
Las sesiones duran aproximadamente
una hora y media, pero pueden en ocasiones extenderse hasta dos o tres horas,
si los horarios de atención y comida de los hospitales lo permiten y si el
entusiasmo y necesidades de los niños lo demanda.
Las sesiones forman parte de un
programa estructurado con antelación en el que se especifica el libro o libros
que se leerán durante la visita al hospital, la presentación o actividad de
bienvenida, la labor de tipo manual que desarrollarán los niños, los materiales
que serán utilizados y el resultado que espera obtenerse…
El o los talleristas dedican unos
minutos a conocer al grupo (en ocasiones los pacientes del hospital no se
conocen tampoco entre ellos), a saber los nombres de los niños y de los papás,
en caso de que ellos se encuentren allí y los acompañen, a presentarse y a
crear un ambiente de cordialidad y confianza.
Es en este punto en donde los
niños empiezan a sentirse relajados pues perciben que los encargados del taller
no forman parte de ninguna rutina médica ni vendrán a hacerles preguntas sobre
su enfermedad o a darles consejos o medicinas.
En este primer momento se
aprovecha para hacer alguna actividad de introducción como adivinanzas,
trabalenguas, algún juego de mesa, o dinámicas para “romper el hielo”.
También se explica a los niños
que nuestra intención es hacerles pasar un rato agradable y que queremos
compartir con ellos esta historia maravillosa:
“Un día, mi aldea perdió todos
los ruidos, no podíamos escuchar el sonido del mar, ni el tic-tac del reloj, ni
el sonido de la lluvia, ni el de los truenos, ni mi puerta que siempre rechina…
solamente podíamos escuchar las voces humanas…”
La lectura debe ser más o menos
breve y sobre todo muy dinámica, fluida, se debe dar a las palabras ritmo, se
puede bajar la voz para llamar la atención de los niños, o entonar una melodía:
“el rey es mocho… no tiene oreja, por eso usa peluca vieja…”, en donde el
cuento presenta esta posibilidad… o poner énfasis en un momento muy emotivo de
la lectura… o utilizar cualquier otro recurso que permita al tallerista captar
y mantener la atención de los niños…