Si según mi supuesto el cardenismo como totalidad queda a medio camino, ¿don Lázaro validaría la suspensión cuando acepta que sus candidatos a suplirlo sean eliminados fuera? No necesariamente o no por completo, pues confía en lo hecho, creo, como avance sin vuelta atrás respecto a muchos asuntos y tal vez desarrollable si se presentan circunstancias propicias.
En cualquier caso, importa más qué pensaron el movimiento social y las clases medias radicalizadas, algunas de éstas vueltas técnicos institucionales con capacidad para ir ahondado el proceso.
Las dos centrales populares están condenadas a primera vista, al sufrir duros golpes de mano -CTM- o darse viciadas estructuras corporativas -CNC- muy pronto o desde su inicio, incluso. No así sus organizaciones locales o sectoriales, que durante los años 1940 y todavía más tarde se rebelarán contra el nuevo Estado.
Que lo realizado tendrá larga duración podrá observarse en 1988, al surgir el Frente Democrático Nacional y, conforme todo indica, ganar las elecciones, fraudes aparte. Todavía hoy aquél sexenio está presente en tanto conquistas cuya vuelta reclamamos: plena seguridad social, educación pública, laica y gratuita, apoyo al campesinado con base comunitaria, derechos laborales...
Eso es harina de otro costal, dirán ustedes con justos motivos, pues lo aquí presupuestado trata de revolución. Aun así, pregunto: ¿cuántos piensan en 1940 que lo mejor está por venir, si se deciden, desde luego, porque la gran baza "parece" perdida?
¿Dudas absurdas? No, si iluminan o permiten intuir el pasado.