jueves, 18 de julio de 2019

El cardenismo. ¿Un proyecto revolucionario?

Como ustedes comprenderán, aventurarse por un momento histórico no es enchílame otras. Hay que conocer con cierta soltura su contexto y a fondo archivos, prensa, cuanto se halla escrito al respecto, con método. 
-Los trabajos de divulgación no necesitan tanto -me dirán y moveré la cabeza. 
-Sí y no, pues nadie divulga mejor como quien domina el tema y mucho más: los procesos de donde viene, etcétera.
Y yo, que cuando investigo soy una chucha cuerera, voy a la historia cuando puedo y sobre nuestra posrevolución asomé a puntos precisos apenas. 
Claro, siempre tenemos a mano a Manuel Gamio y esta soberbia consideración: “Lo más importante es elegir en el mundo de lo historiable lo que nos conviene para determinado fin, e historiarlo sensatamente.” Con ella se han guiado estupendos trabajos.
Probaré hacer algo más o menos breve y útil al presente. Sírvanse seguirme para llamar la atención cuando cometa errores graves o sea poco legible. ¿Va? 
¿Su destino? Un libro, artículos o este mismo blog, charlas entremedio. 
Luego de tres o cuatro años dedicado por plazos al asunto, tengo un nuevo reto: El agrarismo cardenista, de Romana Falcón, que es muy sólido y no cuadra del todo con mis presupuestos. Pues quiero titular como esta nota lo que resulte y la historiadora, validando parcialmente mis dichos, les pone un límite preciso. 
Pido a ella, que no me escucha, probar. Creo en el socialismo, ¿sabe?, y miro hacia adelante cuando la 4T quiere matar los sueños utópicos mayores.